EL USO SIMBÓLICO DE LA IMAGEN
EN LA CONSTRUCCIÓN DE VIRTUDES Y VALORES

Oscar Maldonado Mercado, Noviembre 2006

ABSTRACT

Desde la antigüedad, el uso simbólico de la imagen ha tenido un carácter importante, no sólo para la testificación de lo perceptible a través de los sentidos, sino también de lo que es suma abstracción. Para muchas e importantes doctrinas, este uso era reservado para los iniciados donde eran muchos los llamados y pocos los escogidos. A partir de entonces la realidad ha sido interpretada de manera subjetiva a través de la imagen, ahora se hace imperativo que como lectores y constructores recorramos el proceso inverso, es decir de la imagen a la realidad, analizando los contenidos, las intensiones y los valores, que el emisor de la imagen ha querido transmitir, en el entendido que comunicar con imágenes es hablar del grado de figuración de la imagen, del grado de iconicidad, y; del grado de complejidad.

Es propio situar una fase objetiva, dedicada al análisis de los elementos básicos de ésta, una descripción conceptual de la misma, y un estudio descriptivo global de las imágenes, en función de sus características elementales, al igual que de modo simultáneo o posterior se puede realizar una lectura subjetiva, basada en el nivel de connotaciones, de sugerencias y de sus potencialidades interpretativas.

En la actualidad la imagen es utilizada de modo recurrente por la propaganda y la publicidad comercial, que hacen material útil de la imagen para lograr una efectiva persuasión, estereotipación y modelaje de la población a quién se le expone las imágenes; pero también la moral social y religiosa, a través de sus integrantes e instituciones, la utilizan como medio de propagación y formación de valores y virtudes.

En este panorama, el ejemplificar resulta complejo, pues comunicar a través de algunas imágenes sobre “buenas acciones” es fácil, pero, siendo precisos, sabemos que una buena acción no necesariamente es una virtud o una condición de valor, entonces, ¿Cómo construir con imágenes los valores y las virtudes? El manejo consciente de las imágenes en educación/formación/construcción de virtudes y valores es fundamental, ya que en nuestras sociedades modernas el individuo aprende cada vez más por la intermediación de sistemas simbólicos y no por la experiencia directa. Y entonces nos preguntamos, ¿qué estamos enseñando o permitiendo que se aprenda?

Resulta necesario hacer acto de memoria y recordar que la imagen es tan sólo un medio, una herramienta que nos permitirá comunicar conceptos, en nuestro caso, abstractos e ideales. Nuestro uso paulatino de complejidad es proporcionalmente directo a la evolución y práctica de valores tendientes a la virtud. Recordemos que antes que hacer grandes iniciados, perfectos sacerdotes, excelsos hierofantes o poderosos magos, primero se educan y construyen buenas personas, las que se van destacando entre el común por poseer buenos principios antes que exquisitas maneras. Las que de manera consciente, libre y decidida, luchan a diario en contra del vicio y sus manifestaciones más lacerantes: la ignorancia, la hipocresía, la ambición, la intolerancia, el fanatismo y la superstición.

Comunicar y construir las virtudes a través de la imagen, sin duda alguna, es posibilitar la capacidad de observar, analizar, indagar, discutir, y recrear imágenes, sean provenientes del mundo artístico o no. En cuestión de educación de valores, la significatividad y simbolismo de la imagen es una herramienta enteramente útil, benéfica, oportuna y confiable; lo que refuerza la idea de que una imagen vale más que mil palabras, en tanto que una vida en virtud, vale más que mil actos de buena voluntad.